13 oct 2012

CONOCIENDO LA HISTORIA DE ANTABAMBA

Reportaje:

CONOCIENDO LA HISTORIA DE ANTABAMBA

(Distrito)


Apu Utupara y andenerías de Huanca 
En Chuñohuacho y Ccocho, centros poblados del distrito y provincia de Antabamba, Departamento de Apurímac - Perú, se visitó en abril de 2012, allí pudimos recoger información y captar diversas imágenes del paisaje en sus dimensiones naturales, y pudimos conocer in-situ algunos escenarios de nuestro apreciable pueblo, con este reportaje hacemos conocer a la opinión pública, especialmente a los hijos antabambinos que residen lejos de nuestra tierra, en las diferentes ciudades del Perú como (Lima, Cuzco, Arequipa y otros) y del extranjero en los diferentes continentes, la imposibilidad de retorno de algunos al añorado pueblo, podrán observar, conocer y/o reconocer mediante nuestras páginas, sobre hechos, acontecimientos y modo de vida de nuestros antepasados y los pobladores de la actualidad.

Chuñohuacho y Ccocho para la posteridad
El reportaje realizado en estos dos lugares, más conocidos y transitados por los campesinos y pobladores, de los cuales algunos desconocen la importancia y trascendencia históricas de la vida de nuestros antepasados que allí se desarrollaron, intentamos en dar a conocer los hechos y acontecimientos del pasado y en la actualidad de los centros poblados de Chuñohuacho y Ccocho para la posteridad, mediante imágenes que estamos mostrando y la descripción correspondientes, a acontecimientos históricos ancestrales, que antecedieron al poblador antabambino.
   
En el camino de herradura desde Antabamba a los centros poblados de Chuñohuacho, Ccocho y las demás estancias de cuidado, crianza y pastoreo de animales domésticos, pasamos por los sitios denominados y conocidos como: Hinchuquillca, Huaycho, Accranta, Huayllanccory, Acco, Cullcunchini y se llega a Chuñohuacho y luego a Ccocho.



Los pobladores ancestrales, por alguna razón fundamental y por su condición de grandes guerreros y luchadores indoblegables, decidieron establecer sus asentamientos en lugares elevados, siendo estos ubicados estratégicamente para proteger a su población que reunían las condiciones apropiadas para su residencia y la defensa del mismo y ante cualquier peligro o ataque de los enemigos hostiles, construyeron sus viviendas fortificadas en los puntos más elevados y altos, de esta manera pudieron preservar su sobrevivencia.

Actualmente existe una trocha carrozable de Antabamba - Arequipa, que pasa por Hinchuquillca, HuansoCcocha, Palcca, Mollocco, Huillca, Chuñohuacho, Pichumarka llegando hasta el centro poblado de Ccocho y continua hacia las alturas de Antabamba y sigue el recorrido hacia Arequipa.

Baños termales de Ccocho


Pasando la comunidad de Chuñohuacho y centro poblado del mismo nombre, y continuando el viaje al centro poblado de Ccocho, nombre que proviene del término quechua CCOCHA, se refiere al pozo de las aguas termales, allí existen los baños termales llamado Ccocho o Ccoñec Yacu y está ubicado al margen derecho aguas abajo del rió llamado Ccocho, allí los visitantes pueden bañarse con las aguas termo-medicinales, que tiene propiedades curativas, los baños termales son bastante concurridos por pobladores del entorno y de la ciudad capital de Antabamba.

Actualmente fluyen buena cantidad de aguas calientes, y en su amplio espacio puede bañarse y simultáneamente observar la sorprendente vista del paisaje natural que rodea su entorno y el rió que fluye por el costado de los baños. Debo mencionar que en algunas temporadas de sequía estas aguas termales dejan de brotar, hasta la llegada de la temporada de lluvias, esto sucede después del sismo de gran envergadura que afecto este lugar, que ocurrió el 08 de agosto del 2001, en el centro poblado de Ccocho Antabamba. Antes que pasara el sismo el agua termal fluía inagotable en todas las épocas del año.


Cuando aun no existía la carretera que pasa por el centro poblado del lugar, los pobladores y estudiantes de Antabamba, concurrían masivamente mediante excursiones para disfrutar y hacer uso de los baños termales, sean a pie o en lomo de caballo, por los caminos de herradura y amanecían dentro de las aguas calientes, hasta el amanecer del día siguiente y solo así podían soportar las frías noches heladas, por la ausencia de habitaciones y vestuarios para los visitantes, esta ausencia persiste en la actualidad. Los alumnos al retornar de Ccocho traían consigo restos de huesos humanos de los antepasados, para constituir un museo en el Colegio Nacional Mixto de Antabamba, actualmente conocido como I.E.S. José Carlos Mariátegui.

La construcción de habitaciones, vestuarios, servicios higiénicos y expendio de bebidas y alimentos, es obligación y responsabilidad urgente que recae en las autoridades comunales y municipales correspondientes, para atender la necesidad de los visitantes, que bajo un convenio deberán ser administrados para resolver los requerimientos de necesidades de los visitantes y generar ingresos económicos para la mejoría del lugar.

Vestigios Arqueológicos
En esta área se observan las cuevas y las viviendas de los pobladores antepasados de la zona de Pichumarca. 
Cerca al centro poblado de Ccocho, en diversos sitios tanto en los caminos de herradura, lugares de cultivo de papas y las cuevas, existen gran cantidad de vestigios arqueológicos, así como osamentas que pueden observarse en los caminos de a pie, que sobresalen de los suelos cantidad de huesos de diferentes partes del cuerpo humano, posiblemente de nuestros antepasados, lo cual nos demuestra que allí pudieron existir antiguos cementerios, dejándonos conocer evidencias claras que hubo bastante actividad humana de los antepasados, cabe mencionar todavía no existen ningún tipo de estudios antropológicos y arqueológicos, faltando determinar la antigüedad de los restos que perduran.

Desde el camino de herradura y la carretera, se pueden observar en los sitios más altos y en varias cuevas de Ccocho, edificaciones rudimentarias de viviendas que aún perduran y se mantienen ante las inclemencias de tiempo y la depredación de los pobladores, donde posiblemente albergaron a los antepasados, según cuentan los campesinos que viven en sus (estancias) o lugares aledaños, a estas viviendas ancestrales, según “dicen” estos “gentil-machay” cobran vida en ciertas días del mes y épocas del año, inclusive hacen sus fiestas y realizan gritos multitudinarios llamando increíblemente a algunos por su nombre, al cual nadie puede y debe contestar de lo contrario podrían pasarles alguna desgracia seguida de la muerte.

Existen muchas cuevas que están diseminadas y ubicadas en diferentes partes de esta zona, donde se pueden observar una serie de viviendas construidos a base de piedras y barro de arcilla, su techo termina en forma de cono con varias puertas pequeñas en la base todos revestidos con arcilla, y dentro de estas habitaciones se observan bastante osamenta de antepasados, sobresaliendo bastantes cráneos y algunos utensilios cono batanes de piedra plana que servía para moler sus granos y otros alimentos y también diversos objetos o utensilios, están todos rotos o incompletos, debido a alguna razón que tendrían estos habitantes, los pobladores en la actualidad consideran que los antepasados llamados “gentil” eran herejes, que no les gustaba dejar nada por lo que destruían todos sus utensilios, algunos sostienen que posiblemente al perder la guerra destruían sus utensilios para no facilitarles a los enemigos que los conquistaron.

En las últimas décadas y desde mucho antes, los campesinos tenían y tienen mucho temor de acercarse a estas cuevas, por la creencia o porque suponen que los antepasados le pudieran transmitir o contagiar algún virus que aún estarían cobijando. Según la creencia consideran que algunos campesinos por haberse acercado y algunos por haber cogido estos huesos, les han saltado a su cuerpo el hueso del “gentil”. Algunos han muerto por estas razones y otros han padecido de largas enfermedades con los huesos dentro de su cuerpo.

EL APU PICHUMARKA
Vista extraordinaria de Pichumarca, considerado Apu por los pobladores y campesinos. 

En camino a Ccocho, existe el lugar llamado Pichumarka, cerro de mediana altura, siendo este bastante conocido, venerado y ofrendado por los campesinos de Chuñohuacho y Ccocho, se encuentra ubicado en parte alta, al frente del camino de herradura y la carretera de Chuñohuacho a Ccocho y a otros parajes de las punas altas de Antabamba.

El termino de Pichumarka, proviene de dos voces Picchu termino Quechua que significa montaña, elevada y el termino Marka, que proviene del resultado del proceso de agregación de un conjunto de ayllus y también es asociada al pueblo o comunidad donde están las viviendas de influencia Aymara, donde residen y pernoctan, el espacio y tiempo vital donde el poblador vive, rodeado por sus ayllus locales que delimitan el territorio de intercambio con otros seres. Por lo que Pichumarka Significa montaña elevada de pueblo andino.

Pichumarka es lugar considerado como una deidad, por nuestros ancestros y los campesinos hasta nuestros días, siendo este Apu objeto de ofrendas y veneración por los comuneros en sus tinkas y alcances, que piden les conceda en sus deseos que vengan las lluvias y evitando las heladas, para el florecimiento de sus cultivos y obtengan buenas cosechas, también es considerado el guardián protector de sus animales domésticos, ovinos, auquénidos, equinos, vacunos y otros, etc., el objeto de veneración es constante y de manera anual.

Hasta allí llegamos caminando a pie, en pleno sol del día, y en el lugar corre un viento que fácilmente se puede llevar el sombrero si no tomas precauciones, estando allí observamos unas edificaciones construidas a base de piedras, así también varias viviendas y muros de fortificaciones que impedían el ingreso de extraños al lugar, que hasta ahora se conservan, en sus interiores hay escalinatas rudimentarias a base de piedra y corredores que conducen a las viviendas, y en la parte más alta de Pichumarka, existen viviendas de forma circular con sus puertas siempre están dirigidas a la salida del sol, también se puede notar como una especie de centro de ofrendas y/o veneración, donde los pobladores en la actualidad realizan sus alcances en el mismo lugar por lo que han colocado piedras encerrándolo para que nadie pudiera acercarse, considerado sagrado por la veneración a la PACHAMAMA, encontramos una sola entrada a este lugar probablemente bastante controlada en su época.

Por la estación del año, casi no se notan las construcciones que aún perduran por estar cubiertos con bastante vegetación de pastos y arbustos y la depredación del hombre que en su afán de apropiarse de las tierras cultivables han construido cercos perimétricos con las piedras que han sido desarmadas de las fortificaciones y viviendas ancestrales.

En la cúspide del cerro de Pichumarka, fotografiamos algunas imágenes y observando las construcciones antiguas, encontramos utensilios de piedra cuchillos de piedra sílex, usarían para cortar carne y otras necesidades; también bastantes restos en fragmentos de objetos de arcilla de vasos, ollas y otros, al parecer que los pobladores de Pichumarka, durante su existencia todavía no conocían el metal solo la piedra y la arcilla, con los que fabricaban sus utensilios y herramientas y revestían sus viviendas para enfrentar el frío intenso propio de esta región andina.

Los antepasados se establecieron allí con criterios eminentemente estratégicos y militares, por su ubicación y la fortificación, les daba ventajas ante el oponente o enemigos que querían conquistarlos; al frente de la fortaleza de Pichumarka hay una edificación que está desapareciendo con el correr del tiempo donde aún existen los cimientos de una fortaleza militar, una edificación con base cuadrangular ubicado apropiadamente al frente del cerro Pichumarka, como si fuera un fortín militar o lugar donde estaría ubicado el jefe militar, a diferencia que el jefe político o gobernante estaría ubicado en el mismo Pichumarka mas protegido, e inaccesible, tiene una sola entrada a este lugar.

Lic: Juan Aranibar Chaccara.
Raices Antabamba  Abril de 2012.


CENTRO POBLADO DE CHUÑOHUACHO

  

Durante nuestro recorrido por la ciudad de Chuñohuacho, divisamos un hermoso paisaje natural las casas, las calles y su gente hospitalaria que vive allí, este lugar está rodeado por los imponentes apus, como el Chihuarmarka, Pichumarka, Liuli, Huaynahuacho y por supuesto el Utupara, en un día nublado y lloviznando, luego de llegar por la trocha carrozable pasando por los parajes de Huanso, Palcca, Mollocco, Huillca y entre otros, casi llegando a la altura de Huillca se divisan naturales formaciones rocosas parecidos a los rascacielos.

Este pueblo históricamente presenta rasgos de mayor antigüedad que los mismos asentamientos de Antabamba, cuenta con vestigios históricos ancestrales, así como las ruinas de la cúspide del cerro Chihuarmarka, donde se encuentra una fortaleza de construcción a base de piedras, amurallado, parecidos a las fortificaciones de la Cultura huari y Chanca, en menores dimensiones, tiene viviendas circulares construidas de piedra, incluso tiene sus pasajes y escalinatas empedrados, alrededor cuenta con tres muros de contención y/o murallas demostrando ser un pueblo eminentemente guerrero; además existen vestigios de la existencia de centros ceremoniales de ritos y ofrendas referentes indicadores a la crianza y domesticación de auquénidos en especial de la vicuña y las alpacas.

Este asentamiento cultural contaba con un canal de irrigación denominado Huisccahuacca, en la altura de Chuñohuacho, traídos desde las cumbres más altas de Queuñamarca denominados Welaccota, todavía existen vestigios arqueológicos con sus canales revestidos con cal y arcilla, en la parte intermedia del cerro Chihuarmarka, hay algunos dibujos o jeroglíficos, grabados en la roca plana descubiertos por el profesor Paulino Narváez Chaccara, que eran como los planos de orientación del canal de irrigación, estas construcciones de nuestros antepasados, de increíble y admirable trabajo de ingeniería; nos demuestran como dominaron el agua conduciendo por zonas inhóspitas, en la actualidad este canal de irrigación se intento restaurarlo, lo cual fue completamente imposible, cuando traían el agua se pierde en los pedregales, pero para nuestros antepasados eso fue posible, el canal de irrigación para el antiguo poblador de Chuñohuacho era vital y así podían desarrollar la agricultura en los parajes de Humajallo, Huilcca y otros, en que se siembra los productos agrícolas que son el sostén de la vida del agricultor chuñohuachino. Actualmente es imposible traer como los antepasados se opto por traer el agua por tuberías plásticas.



En las inmediaciones del cerro Chihuarmarca, encontramos restos de nuestros antepasados y sus viviendas, ubicados en cuevas de piedra, que aún mantienen la osamenta, algunos utensilios de los pobladores que allí vivieron, se puede observar que sus viviendas fueron elaborados con piedras revestidos y mezclados con arcilla para cubrir los hoyos entre piedras y así evitar el frío de las noches heladas. Lo mismo se puede apreciar casi llegando a Ccocho, donde también abundan viviendas de esta naturaleza con viviendas construidas a base piedra y barro (arcilla).

Actualmente este centro poblado cuenta con una posta médica, un colegio, una losa deportiva y sus calles están trazados uniformemente tiene una capilla para la celebración de los carnavales, una plaza de acho, y una iglesia, cuentan con agua potable faltando los alcantarillados esta ciudad pujante viene desarrollándose a ritmo acelerado inclusive ya tienen la necesidad de contar con un municipio local o denominado municipio de centro poblado por la misma cantidad de habitantes que residen en esta zona.

Existe una vertiente construcción de casas habitación en la población, en su totalidad techados con calamina, se puede apreciar a los pobladores realizando sus actividades diarias, los niños jugando al aire libre gozando del clima sano fuera de la contaminación a diferencia de cualquier ciudad grande: al entorno de la ciudad se aprecian las alpacas y ovejas alimentándose del pasto natural, los mismos que dan un vistoso y agradable paisaje a este nuevo centro poblado.

La movilidad es casi constante, los pobladores tanto niños, adultos y ancianos viajan en camionetas incluso en motocicletas y bicicletas, el camino de herradura que va por Accranta y Máras se usan poco a diferencia de años anteriores que era bastante transitado. Donde a diario se podía observar el cañón del Huayllanccori, que tiene un vistoso paisaje ingenio de la naturaleza.

Lic. Juan C Aranibar Chaccara
Publicado en RAÍCES Nº 1 - Octubre 2008

CENTRO ARQUEOLÓGICO PRE-INCA DE CUPAYMANA

Antabamba es la ciudad capital de la Provincia de Antabamba, Departamento de Apurímac, en Perú.

La provincia de Antabamba pertenece al departamento de Apurímac, y está ubicada entre las coordenadas 72º61 y 73º28 de longitud oeste y 14º11' y 14º44'de latitud sur. La provincia se ubica entre las sub cuencas del Apurímac y Pachachaca , en un rango altitudinal que va desde los 3200 msnm (El Oro) hasta más 5000 msnm (Totora Oropesa). A lo largo de este rango altitudinal, la provincia comprende diversas zonas de vida, siendo las más representativas a la zona de tundra pluvial alpino subtropical, páramo muy húmedo subalpino subtropical, bosque húmedo montano subtropical.

La provincia de Antabamba limita por el norte con las provincias de Abancay, Grau y Cotabambas (dpto. Apurímac) por el sur con los departamentos de Arequipa y Ayacucho, por el este con el departamento de Cusco y por el oeste con la provincia de Aymaraes (dpto. Apurímac) .

Contenido

1 Patrimonio arqueológico
2 Declaración de zona arqueológica
3 Véase también
4 Referencias

Patrimonio arqueológico CUPAYMANA



 

En las alturas de la ciudad, muy cerca de Tatapampa y de esta ciudad, se encuentran el Centro Arqueológico de Cupaymana o Copahuamayna, ciudadela preincaica.

Fue la ciudadela de los antepasados, al parecer de periodos pre incas, de viviendas construidas en forma circular y cementerios pertenecientes a los pobladores antiguos de la región que datan aproximadamente de la época Wari intermedio.

Tienen construcciones de viviendas y centros ceremoniales que aún subsisten a las inclemencias del tiempo y la destrucción del hombre. Salimos de la ciudad, por un camino de qaqa k`ucho, que pasa por un costado de los reservorios de agua potable, rumbo a las ruinas de Cupaymana. Caminamos a pie por Illahuachaca, por la subida nos perseguía el cansancio en ciertos tramos, sudorosos y agitados dirigiéndonos cuesta arriba, a más de medio camino del peñasco nos detenemos para descansar y observamos a la ciudad de Antabamba en su completa dimensión y percibimos el silbido del viento y trinar de las aves.

Se continúa la caminata por esos lugares entre pedregales, espinas de waraqo y lagartijas. Antes de llegar a nuestro destino pasamos por el laime de Huamayna por los sembríos de papas y llegamos a Cupaymana.

Las viviendas están deterioradas. Este centro arqueológico, posiblemente pertenecía a la época Wari, de notable influencia y de los aguerridos chancas del sondor, identificables por sus construcciones arquitectónicas y su ubicación geográfica estratégicamente militar.


 

Encontrándonos en el mismo lugar podemos observar sitios cercanos como: Huamayna, Cerro Calvario, Tatapampa y Accullía, de donde se observa a plenitud todo el Huanso-qqocha, y tenemos una carretera muy cerca del lugar que facilita su llegada. Las viviendas están deterioradas por el tiempo y casi desapercibidos por el crecimiento en sus inmediaciones de arbustos, ichu y otras malezas.

Pero parcialmente han sido destruidas sin contemplaciones por profanadores y cuando este lugar se convierte en laime de papas poco a poco son destruidos; mueven y toman las piedras de las ruinas para construir sus cercos y otros cultivan en las mismas ruinas.

Varias decenas de viviendas aún existen en este centro arqueológico y están construidas con muros de piedra en forma circular y sus puertas con dirección hacia la salida del sol. Los pisos de las viviendas están empedrados y algunas de las habitaciones en el suelo de la entrada de la puerta tienen un orificio cuadrangular al subsuelo. Quizás servían de almacén de sus «tesoros» o «productos alimenticios».

En las ruinas, al lado de Huamayna, muy cerca de las viviendas corre el viento. Ahí está el «usno pata», en este lugar elaboraban sus utensilios de barro y desechaban las cenizas y restos de las cerámicas que eran a base de arcilla que abunda por ese lugar. Cupaymana es un cerro de poca altitud en cuya cima hay vestigios de un centro ceremonial que ha sido destruido por completo, tanto por los colonizadores españoles y posteriormente en nuestros tiempos por inescrupulosos profanadores.

Llegamos a la cima del cerro Cupaymana que hasta ahora es venerado por los campesinos como un «Apu guardián de los animales, de los cultivos y de la lluvia». Encontramos una piedra rectangular de casi dos metros por uno de ancho aproximadamente colocada en forma horizontal, pero removida de su sitio y destrozada por las manos del hombre. Además de centro ceremonial, este cerro servía como observatorio de sus centinelas. Desde este lugar se observa todo el entorno de la ciudadela. Está por desaparecer por intervención de profanadores.

En una planicie del lugar existe un centro ceremonial con una edificación de mayor proporción que las habitaciones. La puerta está a la salida del sol de forma rectangular, ya casi por desaparecer por la intervención de profanadores en su afán de buscar tesoros valiosos.

Encontramos todas las viviendas casi intactas y la mayoría de ellas tienen un orificio cuadrangular todo empedrado en el interior de la entrada.

Más abajo de la ciudadela, al pie de unos peñascos encontramos tumbas con cientos de restos óseos de su época, incluso se pueden mostrar cráneos con la frente achatada y el occipital sobresalido hacia la parte posterior. Algunos miembros de extremidades superiores e inferiores aún están unidos con sus ligamentos conservándose los dedos del pie y las manos unidas a la estructura ósea.

Declaración de Zona Arqueológica

Estas ruinas deben ser tomadas en cuenta por las autoridades competentes para declararlas patrimonio cultural y así puedan convertirse en zona arqueológica intangible por ser un vestigio cultural de trascendencia, por su antigüedad y por el grado de desarrollo que lograron alcanzar los pobladores más antiguos

Referencias

Publicado: Revista El Mariateguiano, noviembre de 2007.
Por Lic. Juan Aranibar Chaccara.