LAS ETAPAS DE TRABAJO Y EL SISTEMA
CONSTRUCTIVO
La construcción de la casa se realiza fundamentalmente
como una necesidad de la familia, que puede ser en la zona rural o en la zona
urbana.
Antiguamente fue un rito y una actividad que se desarrollaba con
participación de toda la familia. En principio, con recomendaciones de los más
viejos, es decir, de los más experimentados o con la opinión de los «entendidos
en construcción», sobre todo para elegir el lugar. Por ejemplo: la cercanía a
los puquiales o manantiales, o riachuelos, así como también cerca a los
caminos. Por otra parte, la orientación con relación al sol o los vientos,
además de los lugares donde existan materiales para la construcción, tales como
piedras, buena tierra, madera, etc. Sin embargo, actualmente al haberse
determinado nuestra provincia como zona sísmica se debe evitar construir en la
falda de los cerros o a la orilla de los ríos, dado que se han producido sismos
y huaycos, del año 2002 y aquel que sucedió hace 137 años, tal como manifestara
el primer Subprefecto de la provincia, el señor Bernardo Pacheco.
La edificación de la
casa la podemos definir en cuatro etapas importantes:
-Primera etapa: Consiste
en el aprovisionamiento de los diferentes materiales de construcción, como la
elaboración de adobes, previa selección de la tierra, actividad en la que se requiere
maestros adoberos, batidores de barro (material que debe «dormir», varios días,
mezclado con paja seca), los transportadores del barro en parihuana o latas,
como también aquella valerosa participación de las mujeres jóvenes en cuya
espalda, provistas de un pellejo de cordero o «q’ala qhara», cargan a cuestas
un par de lampadas de barro hasta el lugar de preparación de adobes. Este
elemento debe ser sometido a un proceso de secado, en un espacio techado y
ventilado, durante dos o tres días, luego dejarlos orear por lo menos dos
meses. El acopio de madera, que generalmente es de eucalipto, lloque u otras
especies, servirán para la preparación de las estructuras, (tijerales,
tirantes, etc), deben estar totalmente secas a fin que posteriormente no sufran
deformaciones.
-Segunda etapa: En
esta etapa se considera la abertura de la zanja para la cimentación, previo
trazado de los ambientes de acuerdo a las necesidades de los dueños. En esta
fase debe hacerse un pago o tributo a la Pachamama, motivo importante de
celebrar dicho acontecimiento, que en la actualidad se llama la «primera
piedra». Luego se llena la zanja a base de piedras y mortero de barro, pero por
prevención actualmente se emplea cal o cemento, hormigón y piedra, igualmente
para el sobrecimiento.
-Tercera etapa: Constituye
el levantamiento de los muros, a cargo de un maestro que ha de utilizar
cordeles, plomada y nivel hasta llegar a la altura requerida. Actualmente hay
la necesidad de colocar una viga collar de madera que también ha de servir de
dintel para las puertas y ventanas, a fin de dar consistencia a los muros de la
casa. Construir también los mojinetes o muros hastíales para soportar el techo
a dos aguas.
-Cuarta etapa: Lo más resaltante y determinante, en
la construcción de la casa, es el techado. Es decir, una vez listo el pircado,
o construcción de los muros, se inicia con la armadura de madera constituido
por las vigas soleras y los tijerales unidos por una cumbrera. Toda esta
estructura de madera es generalmente de eucalipto rollizo, para luego preparar
el enchaclado a base de ramas de Lloqque que van tejidos con correas de cuero
de res o de llama, sobre este tejido debe ir la cubierta de paja o teja. En
caso de cubrirse con paja, estas deben ser preparadas en manojos a manera de
mechones amarrados con soguilla, también de paja llamada «queshua» para atarlas
a aquel enchaclado. Todo este trabajo se viene animando con cánticos en un
clima de alegría al que también vienen llegando los amigos, compadres, vecinos
de la comunidad que con sus meriendas de ricos potajes y picantes de cuy,
disfrutan y brindan con los dueños de la casa nueva. Por otro lado, se viene
preparando la «Llulla», que viene a ser un atado de Lliclla con pallaes
multicolores conteniendo los comestibles más representativos y emblemáticos
como son la papa, maíz, habas, etc, acompañado de unas hojas de coca y algunas
«illas» o miniaturas de animales domésticos. Este atado es colocado
interiormente en la cumbrera, como un símbolo de buen augurio para que en la
casa nunca falten los productos para la supervivencia y felicidad de la
familia.
Además de esta manifestación tradicional, existe otra que, como símbolo de la
conclusión de la casa, se coloca sobre la cumbrera: una cruz de madera o de
fierro muy bien elaborada. Si el techo fuera de teja se le pone un elemento de
arcilla, que puede ser una miniatura de un animalito o también de una casa u
otros relacionados a la forma de vida de la zona.
Posteriormente, la culminación del techado es motivo de una gran fiesta que los
anfitriones ofrecen a todos los que han trabajado: parientes, amigos, compadres
y vecinos. En resumen, a todos los visitantes que voluntariamente se hacen
presentes con su donación. Toda esta fiesta se ameniza con cantos alusivos a la
construcción de la casa.
EQUIPAMIENTO DE LA CASA
El equipamiento de la vivienda es a través de las
instalaciones y construcciones muy elementales que se va haciendo poco a poco,
como la «tarima» plataforma para dormir, construida a base de un entramado de
madera soportado por muretes de adobe a 50 centímetros del piso. Asimismo, en
la habitación que hace de comedor o ambiente de uso múltiple, que sirve también
para recibir visitas o reuniones familiares, se suelen levantar, adosados a los
muros, unos asientos a manera de bancas in situ, que se llaman «tiana pata»,
dejando un espacio inferior que sirve de pasaje y morada para los cuyes. Esto
mismo se hace en la cocina, en el lugar donde se ubica el fogón hecho a base de
arcilla, que con mucho amor, el esposo o compañero moldea y deja la huella de
sus dedos para su amada compañera, madre de sus hijos, y así prepare los
alimentos. Este fogón, también se encuentra elevado del nivel de piso. Debajo
de éste se dejan los espacios para estos animalitos, creándoles un ambiente
atemperado. También constituye elemento importante en la casa el «batán y el
mortero», o «maran y el tuñau», que sirven para moler los granos y preparar las
suculentas sopas o «lawas», así como también para preparar la masa de maíz o
«peqa» para la chicha destinada a disfrutar en las jornadas de trabajo
agropecuario y otros.
Como las casas generalmente son de un solo piso, existe pues un espacio entre
los tirantes y el techo propiamente dicho, el mismo que se aprovecha para
construir la «marca», lugar donde se guarda parte de la cosecha de maíz, a la
que se sube a través de una escalera hecha de maguey. Existen otros elementos
cilíndricos llamados «taqques» para este mismo fin, que tienen un diámetro de
50 a 80 centímetros de diámetro y un metro de altura, también construidos con
tallos de arbustos tejidos con soguilla de cuero. Al fondo se pone un pellejo
seco de cordero a nivel del piso, ubicándolos generalmente en las esquinas de
la habitación, conservándose el maíz en perfectas condiciones y tenerlos mas a
la mano para su consumo.
"La troja", también forma parte del equipamiento de la casa rural o
urbana, hecha igualmente de madera rolliza tejida con cintas de cuero. Sirve
para depositar las papas, protegidas con paja o el ichu. Estos elementos se
encuentran también elevados del piso de la casa.
CONCLUSIONES
Y RECOMENDACIONES.
1.- Estas son algunas descripciones de las características de una casa
típica como un módulo básico de vivienda, sobre todo en la provincia de
Antabamba, que hasta la fecha se siguen construyendo a base de adobe. Este
material es considerado el más noble, conjuntamente con otros de la zona, con
los que se conserva toda una tradición constructiva autóctona.
2.- Podemos
mencionar que nuestros pueblos son poseedores de las auténticas casas
ecológicas, ya que son construidas con materiales totalmente naturales y desde
luego éstas son las mas saludables, solo que se debe complementar con las
instalaciones básicas que la actualidad exige.
3.- Por
estas consideraciones, los pueblos de Calcauso y Vito, que aún mantienen en pie
este tipo de casas, serían denominados los «pueblos ecológicos de la provincia
de Antabamba», por conservar la tradición y ser una verdadera atracción
turística urbana, donde se respeta el trazado y ancho de sus calles, su escala
arquitectónica, se conserva sus mojinetes, sobre todo el techo de paja que es
lo que más llama la atención y el empedrado de sus calles. Ojalá hubieran los
puquiales antiguos a fin de recuperarlos.
4.- La
tradición no siempre significa inmovilismo, deben encontrarse otras formas de
solucionar las dificultades, éstas también constituirán en ser nuevas
tradiciones porque la tradición de construir con tierra, a pesar de ser antigua,
aún está vigente. Además, actualmente, se vienen planteando sistemas de
reforzamiento a las construcciones de adobe a base de llaves de madera y mallas
metálicas adosadas a los paramentos. Es decir, en las caras de las paredes,
para luego revestirlas con mortero de cal, arena y un porcentaje de cemento
como para acelerar la fragua. Esta experiencia se ha realizado en diferentes
puntos del país, las que podrían ejecutarse en nuestra provincia con asistencia
técnica de los organismos competentes que deben ser solicitados por los
gobiernos locales y regionales.
5.- Finalmente,
como recomendación, debemos manifestar que se debe evitar el uso de la calamina
porque el cambio brusco de temperatura afecta en la conservación de los
alimentos, además altera el contexto arquitectónico tradicional de los pueblos
antiguos, es decir, sus centros históricos. Urgen ordenanzas para orientar la
conservación de la tipología constructiva de las viviendas, el trazado urbano
original de los pueblos que característica peculiar de cada uno de ellos.
Por
Arq. Raúl Zamalloa Cáceres.
Publicado
en la Revista EL MARIATEGUIANO, de octubre del 2007.
CANTO AL WASICHACUY.
Condor
huasillay, huaman huasillay
Mamallay ñañallay.
Huahuaycunata uyhuaysihuanqui
Mamallay ñañallay
Churiycunata uyhuaysihuanqui
Mamallay ñañallay
Pobre, huacchalla huahuallayquita
Mamallay ñañallay
Llantullayquihuan occllaycuhuanqui,
Mamallay ñañallay
Llantullayquihuan ccataycuhuanqui.
Mamallay ñañallay
Ñas cunancca huasichay canña
Mamallay ñañallay
Chiri jamucctin huayra jamucctin
Ccataycuhuanampacc
Mamallay ñañallay
TRADUCCIÓN
Mi casa cual del cóndor, mi casa cual del águila.
Madre mía, hermana mía.
Me ayudarás a criar mis hijas.
Me ayudarás a criar mis hijos.
Madre mía, hermana mía.
A tu hijo huérfano y pobre.
Madre mía, hermana mía.
Me has de arrullar, con tu sombra,
Me has de cubrir con tu sombra.
Madre mía, hermana mía.
Hoy, ya tengo mi casa
Madre mía, hermana mía
Para cubrirme cuando haya frío,
Cuando venga el viento.
Madre mía, hermana
mía.