22 oct 2015

¿CÓMO ENCARAR LA PLANIFICACIÓN LINGÜÍSTICA EN LENGUAS INDÍGENAS?

¿CÓMO ENCARAR LA PLANIFICACIÓN LINGÜÍSTICA EN LENGUAS INDÍGENAS?

¿Están enfermas nuestras lenguas o somos nosotros los enfermos?[1]
Por Martín Castillo C[2].

Introducción
“Las lenguas no se reivindican si tienen por único contexto la escuela o si se encuentran al margen de la estructura social, económica y cultural de una nación, o en el exterior del grupo de sus usuarios” (Pellicer 1993:50).

¿Por dónde debemos o tenemos que empezar a encarar la planificación lingüística?
¿Por la lengua como objeto?
¿Por la lengua como sujeto de derecho[3]? O
¿Por los usuarios?
¿Por la cultura?
¿Cuál es el camino hacia la preservación y desarrollo de las lenguas indígenas?
Sabemos por experiencia que, enseñar las lenguas indígenas en las escuelas, crear academias de lenguas indígenas, crear diccionarios y gramáticas, crear hospitales especializados para atender a las lenguas en proceso de extinción, implementar proyectos educativos de tipo EIB, formar lingüistas indígenas, implementar universidades especializadas en estudio de lenguas indígenas, crear institutos indigenistas e indianistas, y dictaminar leyes a favor de las lenguas indígenas, etc., no garantiza que las lenguas minorizadas y amenazadas sigan viviendo; es una condición necesaria, hasta esencial, pero no suficiente. Si bien es algo que tenemos o debemos hacer, no indica que sean las medidas salvadoras y últimas. Con todo lo realizado, hasta ahora, pensando en salvar nuestras lenguas indígenas, es verdad, hemos ganado experiencia, pero no logramos todavía revertir el camino de su deterioro y muerte.

Nuestros esfuerzos, desde afuera y desde adentro, y por todos los lados, acudiendo a las lenguas indígenas minorizadas en peligro de extinción, con la esperanza de prolongar su vida y con ella nuestras culturas, no darán resultados esperados, como quisiéramos, si no cambiamos y, pronto, de perspectiva de intervención. El presente artículo, tiene la intención de ayudar a repensar esa perspectiva.

Actitud de los indígenas frente a su lengua
Pensemos, un momento, en la actitud que asumen los originarios indígenas frente a su propia lengua: ¿Por qué el rechazo a las lenguas indígenas?, ¿Por qué la resistencia a la EIB?, ¿Por qué los padres de familia no desean que se les enseñe a leer y escribir en una lengua indígenas a sus hijos?, ¿Por qué no aprueban la enseñanza de contenidos curriculares en lenguas indígenas?. ¿Por qué en Apurimac la gente no quiere que se escriba el quechua?.

De una u otra forma, el rechazo a la lengua indígena tiene que ver, fundamentalmente, con las experiencias dolorosas que han vivido históricamente los indígenas quechuaimaras, desde la invasión española, principalmente. No podemos desconocer, que nuestros abuelos, fueron, desde siempre, maltratados socialmente, por su condición indígena. Pesadilla que provocó, en el tiempo, su automarginamiento y alejamiento de su propia cultura y lengua, para evitar que se siga repitiendo la historia con sus hijos.

A este fenómeno, se suma la nueva sensación globalizante que vive el mundo en su nuevo estadio neoliberal, donde la cultura de poder traspasa y se impone subliminalmente en los rincones más discretos de nuestras poblaciones indígenas a través de sus diferentes medios, provocando así tensiones existenciales, que finalmente, termina absorbiéndolo.

En este proceso, para evitar toda situación dolorosa, los indígenas han preferido asumir el cambio y acomodarse a los nuevos escenarios, dejando de lado su propia cultura y lengua, que no cobra funcionalidad en el ámbito formal.
Para los indígenas no está entre sus necesidades y aspiraciones escribir sus lenguas. La lógica con que asumen el hecho, sus formas de pensar sobre su lengua, no toma sentido dentro de la concepción del mundo académico, por lo tanto no son tomados en cuenta a la hora de tomar decisiones. En Colombia, Daniel Monje, cuando intentaba grabar a una anciana de la selva amazónica fue interceptado por ésta, que no le permitió grabar, porque según la anciana con ello le robaba la palabra (información personal). En el mismo país, el antropólogo Jairo Nieto, constató semejante actitud entre los sabios Uwas[4], un rechazo radical a que se escriban sus mitos, porque ellos piensan que la escritura les mataba a sus mitos, en palabras de un Guambiano, “los fosilizaban” (comunicación personal).

En la filosofía de los indígenas monolingües y algunos bilingües, escribir sus lenguas significaría entonces celebrar la muerte de éstas; el hecho de graficar alfabéticamente la lengua congelarla su vida, sepultarla; ponerla escrita en un libro es archivarla y consecuentemente olvidarla, dicen ellos. Cuando hablamos de los indígenas, estamos ante una situación en donde la lengua no solamente es considerada como un instrumento de comunicación, sino tiene una connotación mucho más profunda, desborda los marcos acostumbrados con que se le mira académicamente, logrando una connotación sagrada, como parte de una totalidad colectiva natural y humana que responde a su cosmovisión.

En este contexto, la planificación lingüística y todo lo relacionado con la conservación de las lenguas indígenas, resulta, por no decir “imposible”, muy complejo. Complejo, porque nos enfrentamos a situaciones existenciales y de sobrevivencia de grupos humanos con distintas formas de pensar, de sentir y vivir. Si bien es cierto, nuestras acciones de intelectuales orgánicos pueden influir en algo, no será suficiente y menos determinante, porque no todo lo que se diga puede ser válido y convincente para los usuarios de lenguas indígenas, “hay otros valores en la convivencia social que tienen sus propios criterios de racionalidad”…” (Zimmermann 1997:39).

Si pretendemos salvar nuestras lenguas indígenas, lo primero que tenemos que hacer es curarnos del mal de identidad, del mal de cultura que nos hace cada vez más denigradores de nuestra propia identidad, de nuestras lenguas y culturas. Si no curamos nuestra enfermedad de inconsciencia, de automarginación y de pensar que nuestra lengua no sirve, o sintiéndonos inferiores con respecto a otras culturas; si seguimos legitimando la idea de desventaja lingüística-cultural sin hacer nada por superarla, todo seguirá como está y nuestras lenguas seguirán muriendo. En este sentido, tenemos que estar concientes y convencidos de dos cosas: uno, la solución a los problemas que atraviesan nuestras lenguas indígenas somos los hablantes, y nadie más. Como dice Littlebear, la responsabilidad de salvar nuestras lenguas es nuestra y solamente nuestra y dos, los decretos y las instituciones oficiales no pueden ser responsables directos del mantenimiento o sustitución de las lenguas indígenas, aunque sí lo son de las acciones que limitan sus usos y funciones (Pellicer 1993).

Por esto, si queremos evitar que mueran nuestras lenguas indígenas, si queremos conservarlas, fortalecerlas y, principalmente, desarrollarlas, tenemos que tomar conciencia, con o sin ayuda de los especialistas y estudiosos de la lengua. Si bien es cierto, la ayuda de instancias especializadas y personas externas es necesaria, pero no es suficiente. Lo determinante es que nosotros como usuarios de las lenguas indígenas tomemos conciencia del valor que tienen nuestra cultura y lengua. Como dice Green (1996), si un pueblo no vive su cultura, si no vive y hace uso de su idioma, éste no podrá revivir. En la misma perspectiva Littlebear (1999) nos sugiere que debemos hablar nuestras lenguas indígenas todos los días, en todos los lugares, con todos y en cualquier sitio. Porque parte del deterioro de nuestras lenguas es causada por la constante disminución de hablantes nativos.

Intervención Cultural y lingüística
Conscientes de la humillación histórica que sufren los indígenas, la actitud y el valor que le confieren a su lengua: ¿Cuál es nuestro trabajo de aquí en adelante?, si apostamos por la preservación y desarrollo, ¿Convencer a los quechuaimaras a que sigan viviendo su cultura?, ¿Obligarles a que sigan hablando sus lenguas?, ¿Enseñarles a escribir sus lenguas?; O simplemente, dejar que ellos decidan lo que les parezca mejor?.
Los planteamientos previos, nos sugiere repensar el camino, reinventando estrategias de intervención, de forma más integral. Si tratamos de intervenir desde un enfoque más social, donde la lengua pasa a ser considerada sujeto de derecho, la planificación lingüística, ya no será más cuestión técnica solamente, sino pasará a ser parte de algo que podemos llamar planificación de la identidad de los usuarios. Según Zimmermann (1997), ya no es conveniente hablar de planificación lingüística sin la planificación de identidad. Esto quiere decir que, antes de intervenir en lo puramente lingüístico, debemos intervenir en lo étnico-cultural, porque la última palabra tienen los usuarios, la actitud frente a su propia lengua, el valor que les dan, el uso en su vida diaria, es determinante. Es más, la planificación lingüística, no es pertinente si antes no nos preocupamos por la condición del usuario.

En el proceso de intervención lingüística, la orientación tiene que pasar, necesariamente, por la cuestión humana y cultural, no se puede seguir haciendo política solamente desde lo político y tampoco pensando desde lo técnico como el aspecto importante, descuidando lo cultural, esencia de todo cuanto existe. Esta forma de hacer intervención tiene que ser revertida.
Esto implica partir de nuestra cultura, desde adentro y tomando conciencia de que somos parte de una cultura tan igual a cualquier otra cultura; es cierto, con imcompletitudes, tampoco podemos pensar que hay culturas completas en su sentido de pureza.

Si realmente pretendemos asumir la tarea de evitar la muerte de nuestras lenguas indígenas, tenemos que empezar por desarrollar y fortalecer nuestra cultura, buscando la cohesión de las poblaciones indígenas, promoviendo el uso de nuestra lengua en las diferentes situaciones y contextos, asegurando la transmisión generacional de nuestras lenguas. Si en el hogar no hay la mínima intención de transmitir nuestra lengua a nuestros hijos, ésta perecerá pronto. Debemos admitir:
El hogar es el último bastión de una lengua subordinada enfrentada con una lengua oficial dominante de mayor difusión (…) los hablantes han sido incapaces de transmitir la lengua a sus hijos, de modo que no habrá una generación de reemplazo cuando la generación de los padres desaparezca. (Dorian, en Baker 1997:82)

A esto se debe que la actitud de las personas a favor o en contra de su lengua es determinante. “Allí donde la gente está determinada a mantener viva una lengua, parece imposible destruirla” (Edwards, en Baker 1997:82), pero sino tienen una convicción similar será fácil perderla.
La intervención lingüística que se haga tiene que propender a un tratamiento integral, es decir, considerando todos los aspectos de la cultura. La intervención lingüística, en este sentido, necesita de un respaldo de diferentes programas, fundamentalmente, socio-económicos, porque, como plantea Green (1996), no habrá desarrollo lingüístico sino hay desarrollo productivo que permita pensar y trabajar en nuestros idiomas, diariamente. En esto es claro cuando dice: ”mientras los productos y tecnologías más usados sigan viniendo desde el mundo occidental, la lengua de occidente seguirá metiéndose en las comunidades y en las mentes sin que nosotros decidamos cómo” (Green 1996: 11).

En las intervenciones que hagamos ya no es posible que las lenguas indígenas sean aisladas como simples objetos de estudio, es decir, ya no se puede seguir utilizando la lengua indígena, solamente, como instrumento aislado. Tenemos que dejar de lado la actitud de la intelectualidad poseedora de una profusa erudición, para quienes los idiomas indígenas constituyeron y constituyen un apasionante objeto de estudio, pero nada más (Pellicer 1993). Nuestras acciones tienen que ir dirigidas, integralmente, a mejorar el habitat de las lenguas y el de la condición de sus usuarios, "cualquier política lingüística que se proponga y desarrolle es ilusoria, sino se acompaña de desarrollos socio-económicos y políticos" (Green 1996:5).

Por esto, cuando se piensa intervenir en la constitución física e inclusive espiritual de las lenguas indígenas, es menester, primero, conocer y estudiar el habitat socio-cultural de la lengua, es decir, ¿Quiénes la hablan?, ¿Dónde la hablan?, ¿En qué condiciones la hablan?, etc., porque someter a las lenguas indígenas a una operación de vida o de muerte con una política lingüística y planificación lingüística sin considerar la planificación de la identidad étnica-cultural y política étnica, y otros aspectos, especialmente, socio-económicos, sencillamente será una intervención equivocada que, en vez de ayudar en la revitalización de las lenguas indígenas ayudará a matar más rápido de lo previsto.

En este sentido, es más que urgente fortalecer y desarrollar la cultura económica y productiva de los pueblos indígenas para mejorar sus condiciones de vida, porque esto permitirá que los usuarios desarrollen sus lenguas pensando en su utilidad, "el hecho de que las lenguas indígenas, amerindias, nativas o como se les llame generalmente presentan un grado de elaboración léxica restringida no se debe a una supuesta inferioridad de la lengua (como sistema), sino a la situación histórica de sus hablantes” (Zimmermann 1997:46).

Para una acertada intervención en la vida de las lenguas indígenas, como ya se adelantó, antes que una intervención lingüísticamente técnica, se tiene que prever una planificación étnica-cultural, entendida como un proceso en la que se procure borrar los efectos del deterioro cultural y producir una autoconciencia y una autoestimación en los indígenas. Para esto Zimmermann (1997) plantea aspectos fundamentales, de los cuales rescatamos los siguientes:
- la planificación de la identidad étnica debe evitar la comparación en un sentido de distinción de superioridad.
- la planificación de la identidad étnica debe concentrarse más bien en el desarrollo de la propia cultura a partir de los hechos culturales existentes, es decir, concretizarse en un proyecto común. La realización de proyectos autodeterminados permite, en el futuro, apoyar la autoestima en logros manifiestos y visibles. Haber logrado la posibilidad de proyectos autodeterminados, como la educación étnica y la enseñanza de la propia lengua, es uno y el primero de ellos.

- hay que crear estructuras políticas, económicas y sociales de cohesión étnica. La participación política es la manera más adecuada para garantizar esta cohesión.

Para concretar las ideas fuerza de la planificación étnica-cultural como plantea Zimmermann (1997), necesitamos del apoyo de una educación bilingüe intercultural que pueda contribuir a los objetivos de revitalización de las lenguas y de revalorización de la cultura.[5] En donde la meta principal no sea formar individuos bilingües y biculturales (…), sino individuos con raíces sólidas en su propia cultura y con buenos conocimientos de la otras culturas.

Si nos damos cuenta, las fuerzas adversas al mantenimiento de las lenguas indígenas están enmarcadas o están estrechamente relacionadas con el deterioro de la identidad cultural[6], entendida como el menosprecio, la auto devaluación de la cultura propia y su consecuente apego y asimilación a la cultura del otro que brinda mayores posibilidades, por ejemplo, el aprendizaje de una lengua prestigiosa, en este caso, la dominante, que promete más posibilidades en el mercado del consumo y del trabajo, y no hay forma de ir en contra de ella. En este caso, podemos decir que el factor económico pasa a ser determinante. Refiriéndose a todo esto Green (1996) manifiesta, mientras la principal actividad económica requiera del español o el inglés- porque la controla el colono, el comerciante, (...) es de esperar que el prestigio de nuestros idiomas sufra enormemente y termine por perderse.

Ideas finales
El riesgo de muerte de las lenguas indígenas tiene que ver, principalmente, como dice Zimmermann con el deterioro de la identidad cultural de sus hablantes, por cierto, aspecto íntimamente relacionado con la situación de sobre-vivencia de las poblaciones indígenas.
Entonces, finalmente, siguiendo a Green y Zimmermann, queremos decir que el camino a la intervención lingüística, con el objeto de preservación de la lengua y evitar situaciones adversas, tiene que ir, necesariamente, previo o paralelo a la intervención étnico-cultural, es decir, el tratamiento debe ser global, partiendo de la situación socio-económica de las poblaciones indígenas, pasando por lo político, cultural y lingüístico. Es más, el cambio de perspectiva cobra importancia, en la medida que la lengua deja de ser un simple objeto de estudio para convertirse en sujeto de derecho.

BIBLIOGRAFIA

Baker, Colin. 1997. Fundamentos de Educación bilingüe y Bilingüismo. Madrid. Catedra.
Green, Abadio y Juan Houghton. 1996. “Queremos retomar la palabra” Interacción, Revista de Comuinicación Educativa. Santafé de Bogotá. CEDAL. Pag. 4-11.

Pellicer, Dora. 1993. “Oralidad y escritura de la literatura indígena: una aproximación histórica” Situación Actual y Perspectivas de la Literatura en Lenguas Indígenas. México. Concejo Nacional para la Cultura y las Artes. Pag. 15-53.

Littlebear, Richard. 1999. “Stabilizing Indigenuos Languages” G. Cartoni (ed) Some rare and radical ideas for keeping indigenous languages alive. Flagstaff, Arizona: Northern Arizona University. Pag. XII-XV.
Zimmermann, Klaus. 1997. “Planificación de la identidad étnica - cultural y educación bilingüe para los amerindios” Calvo & Godenzzi (Comp.) Multilingüismo y educación bilingüe en América y España. Cuzco: CBC. Pag. 31-52.

[1] Nuestras lenguas no están enfermas, los enfermos somos nosotros, por dejar de usarla, por sentir vergüenza de ella, por olvidarla.
[2] Investigador y escritor quechua.
[3] La lengua vista como sujeto, como dice Mosonyi "la lengua como sujeto de derecho", que debe merecer respeto.
[4] Indígenas de la selva amazónica colombiana.
[6] "Considero el deterioro de la identidad el punto crucial, porque toca a la autoestima, la valoración de sí mismo, es decir, algo psicológico muy profundo” (Zimmermann 1997:39).

10 oct 2015

FIESTA DEL AGUA EN CHUÑOHUACHO - ANTABAMBA 2015

FIESTA DEL AGUA EN CHUÑOHUACHO
ANTABAMBA-APURIMAC

VIDA ANCESTRAL EN CHUÑOHUACHO - CCORAHUAÑA

En visita al centro poblado de Chuñohuacho, partimos desde la ciudad de Antabamba, en la mañana pasando por los lugares de Sacchuanca, Huanso-Ccocha, Palcca, Mollocco, en una hora llegamos a Huillcaccasa, ahí nos dejó la movilidad que nos llevó, y continuamos en caminata hasta el paraje de Pampa Ccorahuaña, ubicado más arriba de Chuñohuacho, al pie del Apu Cchihuarmarca. Nuestra intención es presenciar in-situ la fiesta del agua, que celebran los pobladores y comuneros, todos los años el tres de agosto.

Llegamos en compañía de varias personas, siendo aún temprano, mientras esperamos la presencia de los humo juez, los obligados y los pobladores, las damas que habían ido adelantados junto a nosotros, descansan en una de las lomadas, cerca de donde realizan la ceremonia, ellas residen en otros lugares a pesar de ser lugareñas nos compartieron sus alimentos que habían llevado para el camino, allí pudimos probar algo de comida y que consiste en cancha de maíz, queso y porciones de charqui y su mate de muña.

La espera parecía larga, para la llegada de los hunu juez y los obligados de la ceremonia del agua, al fijarnos hacia el centro poblado, recién estaban saliendo dirigiéndose cuesta arriba de la población en grupos diversos. Estando allí se puede observar un espectacular y hermoso paisaje en nuestro entorno, desde allí avistamos a los apus de Utupara, Allpakmarca, Liuli, Huaynahuacho, Chihuarmarca. Y al centro poblado de Chuñohuacho. 

Este asentamiento cultural contaba con un canal de irrigación denominado Huisccahuacca, en las alturas de Chuñohuacho, traídos desde una laguna de las alturas de Queuñamarca denominado Welaccota, todavía existen vestigios arqueológicos con sus canales revestidos con cal y arcilla, en la parte intermedia del cerro Chihuarmarka, estas construcciones de nuestros antepasados, de increíble y admirable trabajo de ingeniería; nos asombran hasta la actualidad, y nos demuestran como dominaron el agua conduciendo por zonas inhóspitas, en la actualidad este canal de irrigación intentaron restaurarlo, lo cual es imposible, cuando traían el agua se pierde en los pedregales, para los antepasados no fue problema traer el agua por el canal, era vital y así podían desarrollar la agricultura en los parajes de Cullcunchini, Humajallo, Huilcca, Ccacta y otros, donde siembran productos agrícolas que son el sostén de la alimentación de los agricultores chuñohuchinos. Actualmente ante la imposibilidad de traer como los antepasados, los comuneros optaron traer el agua por el mismo lugar mediante tuberías plásticas.

En las inmediaciones del cerro Chihuarmarca, encontramos restos de nuestros antepasados y sus viviendas, ubicados en cuevas de piedra, que aún mantienen la osamenta, algunos utensilios de los pobladores que allí vivieron, se puede observar sus viviendas construidos con piedras revestidos y mezclados con arcilla para cubrir las rendijas entre las piedras para contrarrestar el frío de las noches heladas.


PINTURA RUPESTRE EN CHUÑOHUACHO - (Ccorahuaña)

Aprovechando que estamos esperando presenciar la fiesta, decidimos visitar a las cuevas ancestrales del lugar, como resultado encontramos varias cuevas, donde aún existen viviendas de los ancestros aun con restos óseos, y construcciones rudimentarias a base de piedras y arcilla,  que cubrían las cuevas como protección de sus viviendas.

Había una cueva más grandes allí encontramos pintura rupestre dibujados por nuestros antepasados, en la pared rocosa que tienen la forma al parecer de un venado, el cual abundaba por el sitio en los tiempos antiguos los cuales faltan determinar la figura y realizar el estudio de la antigüedad, al fondo de la cueva hay un muro de piedra y barro y más al fondo aún se pueden observar restos de cráneos y diversas osamentas y más al fondo un muro construido.

Esta impresionante pintura ancestral de imagen de la cueva la encontramos y captamos con nuestras cámaras, nos causaron gran admiración, la construcción de viviendas en la misma cueva siendo está más grande e imponente del lugar. Allí actualmente pernoctan vacas del lugar como muestra encontramos bastante bosta. Desde allí se pueden observar la existencia de otras viviendas al que nadie se acerca por temor al antepasado que lo llaman (gintil-machay), del cual tienen mucho temor y diversos mitos y creencias.

Y estando allí, notamos la llegada de los huno juez y los obligados cada cual acompañados con sus parientes y amistades, y en el camino encontramos más restos de viviendas de los antepasados, lo cual nos nuestra que en este lugar denominado Pampa Ccorahuaña, hubo un asentamiento con muchos pobladores, al parecer domesticaron animales, y la agricultura, tal es así que existen vestigios de un acueducto traído desde las alturas de Queuñamarca, y en el mismo lugar se puede observar muchos corrales ancestrales construidos a base de piedras, tanto para el cultivo y para la crianza de animales. Inclusive algunos hasta hoy se siguen utilizando.

También encontramos enormes piedras comenzados a tallar y dejados a medio hacer, al parecer habría un gran proyecto antiguo para construir centros ceremoniales, y por razones desconocidas no se concretizaron como tal, y allí quedaron como testigos mudos, también hay muchos fragmentos de piedra a medio tallar, inclusive se ven muchas piedras en la forma de un sapo.

En este lugar se nota un clima excepcional se siente tranquilidad, aire libre de contaminación, es propicio a pesar de estar a una altitud considerable pasando los cuatro mil m.s.n.m. Quizás por ello los antepasados escogieron este lugar para vivir y hacer sus centros ceremoniales.

UNU JUEZ EN CHUÑOHUACHO
(juez de aguas)

Apenas comienza la tarde, inicia la festividad del agua, en la pampa de Ccorahuaña, sitio natural debidamente habilitado, para la ceremonia, y allí ofrecen los alcances y ofrendas a la pachamama, y desean que este año haya mucha lluvia para el cultivo y logren buenas cosechas y pastos en abundancia para los animales domésticos como ovejas vacas caballos, etc.
En esta fiesta ceremonial, los pobladores asisten vestidos con sus trajes típicos, entonando constantemente canciones alusivas y propias para este acto ritual al agua y a la pachamama, donde aún se observa las prácticas de solidaridad en que todos comparten la chicha de maíz de diferente color y sabor, licores como el aguardiente y el cañazo, vinos, las comidas típicas y otros.

Todos los asistentes a esta fiesta ceremonial, hacen cola de espera para realizar sus alcances donde queman hojas del chamán, inciensos y polvos de maíz de diversos colores, los responsables de la ceremonia ritual llamados willac-apu y umacamani, les sirven bebidas de aguardiente, un vaso de pitu hecho de chicha y maíz, y la coca que deben picchar y tienen que quemar el material entregado por los umacamani, luego pasan por un camino entre piedras y quien no supiera decir sus deseos reciben un castigo simbólico y aprender a dar los deseos a la pachamama.
    
Simultáneamente al desarrollo del ritual mágico-andino, los obligados se esmeran en desarrollar el torero, entonan sus canciones al compás de sus bandas de música y han improvisado un ruedo para hacer el toreo de los  toros provenientes de diferentes parajes del mismo chuñohuacho y otros, se observa el baile ameno al son de bandas de música siendo esta vez dos obligados como un contrapunteo esmerándose quién sería el mejor.

Paralelamente los unu-juez y los obligados a cierta hora del atardecer, todos comienzan a degustar las comidas típicas llevadas y preparadas para la ocasión que consisten en chicharrón de alpaca, picante de cuy, y otros inclusive repartían trozos de queso, del más exquisito que se prepara en este centro poblado. Lo más admirable que se nota es la solidaridad es que todos comparten sus bebidas comidas y la misma fiesta, al cual deberían visitar los lectores.


Luego de la ritualidad y los festejos, siguen brindando en mucha familiaridad a la pachamama, y al acercarse el anochecer, se retiran tal como vinieron en grupos a sus hogares, donde indudablemente seguirán con las celebraciones, algunos tuvimos que retornar hasta la cuidad de Antabamba, llegando al anochecer, gustosos de haber conocido y observado esta fiesta tan ancestral y tradicional tan arraigada en este pueblo, y parte de la historia de este asentamiento humano ancestral, que nos muestra los orígenes del poblador y de la Cultura Antabamba.   


12 jul 2015

SITIOS ARQUEOLÓGICOS PROVINCIA ANTABAMBA


SITIOS ARQUEOLÓGICOS PROVINCIA DE ANTABAMBA


Ahí tenemos el listado de los principales centros arqueológicos de la Provincia de Antabamba, los cuales nos servirán como referentes históricos, para las futuras investigaciones que se realicen en nuestra provincia. y que han sido elaborados mediante constatación en el mismo lugar como una Labor de Exploración en el mes de Agosto de 1,960. Si bien es cierto existen mas centros poblados que no se han tomado en cuenta en la lista que publicamos, ademas los nombres precisos no figuran en algunos.