Desde los principios de la conformación de los pueblos andinos del Perú, las evidencias nos demuestran, los hombres se organizaron para su subsistencia y su defensa. Sus moradas fueron refugios, al mismo tiempo posadas, estaban ubicados siempre en lugares impenetrables o infranqueables y las celebraciones ceremoniales de los pobladores del mundo andino en especial de los pobladores de Antabamba, que con sus ritualidades mágico religiosas a la naturaleza, a quien alcanzaban sus ofrendas por las bondades que conceden las deidades naturales como la pacha-mama o (madre tierra) y los apus tutelares, que hasta nuestros días continúan venerándolos con devoción los agricultores alto andinos, a la naturaleza las lluvias y los frutos que las entrañas de la tierra brotan, y en las actividades del pastoreo de animales domésticos, para que se reproduzcan en abundancia.
Los
antiguos pobladores ya realizaban celebraciones y ritualidades religiosas a la
pacha-mama. Los pobladores de Antabamba, siendo un pueblo de valientes y eminentemente
guerreros, en algún momento comienzan conjugando sus ritos religiosos con
marchas y entonaciones guerreras y bailes marciales en la celebración y honor
al maíz llamándolos como huaylea, Huayliyajia.
Y
simultáneamente realizaban la tinka o ritos a las vicuñas y alpacas de los
cuales, se observan todavía la existencia de vestigios arqueológicos que
demuestran la existencia de centros de celebración, ubicado en las alturas de
la Comunidad de Chuñohuacho, en la cima del lado posterior del Apu Chihuarmarka.
Igualmente
realizaban ofrendas con alcances, venerando al agua y la siembra en especial
del maíz, de los cuales se pueden demostrar con hechos concretos siendo los siguientes:
En
la comunidad de Chuñohuacho, los antiguos pobladores construyeron el canal llamado
Wisccahuacca, este acueducto viene desde las alturas de Queuñamarka desde la
laguna Wela-Ccota pasando por las cumbres llegando hasta Chuñohuacho, pasando por
montañas agrestes y cascajosas como verdadera obra de ingeniería hidráulica, pudieron
hacer pasar el agua, los actuales comuneros han intentado rehacer esta ruta y
no pudieron, ante lo imposibilidad han optado reemplazando el mismo canal con
tuberías plásticas, siendo una extensión a más de 10 kilómetros. Los cuales
servían para regar sus cultivos solo para el sembrado, y durante todo el verano,
tanto los pobladores de Antabamba y Chuñohuacho, aprovechaban las lluvias de la
temporada, que contribuían en la fertilidad de las tierras, las fechas de
regadío ya estaban calculadas en sincronía con la naturaleza, de manera que
guardaba la ecología, y mantenía las tierras productivas, hoy en día esto ya no
ocurre, por la misma decisión desacertada de los pobladores que han adulterado
estas fechas de cultivo.
Igualmente
en Antabamba, para sembrar las grandes cementeras o chacras llamados parajes de
Antabamba y Huanca, para los cuales han realizado canales de agua desde una
distancia de más de 20 kilómetros, desde un sitio llamado “Toma” hacia “Huanso
Ccocha” y luego a “Huanca” y “Antabamba”.
Durante
el período corto de dominación incaico no influyo, mucho en la huaylia, solo se
evidencian que se desarrollaron grandes enfrentamientos de los nativos con los
ejércitos incas antes de la dominación, que indudablemente han dejado vestigios que los pobladores antabambinos, eran eminentemente guerreros y se mantienen
latente hasta nuestros días, se sabe a ciencia cierta que no se doblegaron ni
se sometieron fácilmente al poderío inca, su estadía de estos fue fugaz ante la
cercanía y llegada de los conquistadores occidentales, quienes llegaron con
toda su letanía y atrocidades, acompañados de la imposición de sus costumbres
como el cristianismo, como arma de dominación y colonización con la nefasta
campaña de genocidio de la mal llamada “Santa Inquisición” y la sobre-construcción
de iglesias en los centros de celebración mágicos religiosos andinos. Donde había
huacas de adoración ancestrales de gran concurrencia y veneración de los
pobladores.
Los
Ibérico-occidentales al llegar a nuestras tierras ante la indoblegable
resistencia, que era característica común de los antiguos antabambinos, que
hasta hoy heredamos de nuestros ancestros, se impusieron mediante la fuerza y
el genocidio masivo, del cual es testigo la imponente iglesia colonial San
Salvador de Antabamba, como claro testigo allí y en sus subsuelos yacen como
antiguo cementerio, nuestros antepasados que fueron masacrados y asesinados
luego de ser explotados en las mitas, otros obrajes y por oponer resistencia a
tanta imposición abusiva y de genocidio de este modo llegando casi al exterminio de la población. Es decir como prueba del cristianismo
se instauró en la zona de Apurímac a mediados del siglo XVII, quedando plasmada
la imposición de la cultura occidental mediante la imposición de veneración y
adoración a diferentes santos y al niño Jesús. Han introducido en las ofrendas
y rituales de las huacas, la pacha-mama y los apus, siendo obligados a la
fuerza a adorar al “niño Jesús”, como “el salvador y redentor”, en sobre
posición de las creencias andinas ancestrales.
En la Provincia
de Antabamba a pesar del transcurrir del tiempo se mantiene incólumes hasta el
día de hoy la tradición, pomposa e imponente expresión cultural de la huaylia,
conservando la esencia misma de la mitología andina, como también los pasajes
de la vida en la época de la invasión española en el Perú y parte de América,
específicamente en la provincia de Antabamba. Se sabe que la dominación
española a través del corregidor de Loayza, al imponerse en el poder zonal, al mando
de los Virreyes tenían un claro objetivo de (extirpar las idolatrías), imponer
sus costumbres y creencias, con el objeto de extirpar de raíz las costumbres
ancestrales, la sabiduría popular y los legados de la cultura Andina; entonces encontraron,
tenaz resistencia de los pobladores andinos, quienes hicieron prevalecer sus
modos de vida para seguir cultivando en la praxis la mitología y la cosmovisión
andina, mediante las gestas de muro onccoy y otros movimientos mesiánicos que
surgieron en nuestros pueblos y el resto de la región andina.
En
la época de la emancipación a la república, los pobladores de Antabamba
participan en las luchas de la gesta emancipadora y luego de la derrota del
invasor, estos al regresar habrían logrado obtener como botín las vestimentas y
atuendos de las huestes realistas, con los cuales disfrazados y jubilosos
entran por la plaza de Antabamba, vestidos con el botín español en son de mofa
entonando enérgicamente la huaylia, “estiriqunqui anchuricunqui saruyquimantaq
tustuyquimantaq” con orgullo y valentía, de este modo sellando con este acto el
triunfo y quedando como parte de nuestra costumbre. Desde entonces se
representa de los llamados pastores como mistis o españoles y laicas que
representan a los pobladores (sabio andino) a quien los españoles asociaban
adrede con el maleficio, estos últimos riñen y mofan a los españoles en cada
fiesta.
En
la actualidad la huaylia de la provincia de Antabamba, como tradición y máxima
expresión cultural, por la gran calidad y elegancia que ostenta su presentación
baile y coreografía desde hace diez años ha logrado ser declarado Patrimonio Cultural
de la Nación, lo cual exige se conserve en su originalidad y autenticidad, cual
monumento histórico descubierto exige su restauración y preservación para la
posteridad.
Con
la creación del Patronato de la Huaylia de la Provincia de Antabamba, se ha
dado un avance positivo y cualitativo, lo cual tiene la tarea de la
preservación y rescate de su originalidad como Patrimonio Cultural Inmaterial,
de lo contrario se estaría contribuyendo a su extinción y desaparición.
Hay
personas que no conocen y no respetan nuestra tradición y afirman erróneamente estar
en la razón y dicen que es costumbre ancestral, a los hechos y actos ajenos
introducidos y practicados en las últimas décadas; practicas que nunca fueron ancestrales
ni mucho menos nuestros, tampoco sean costumbre autóctona.
TACANAKUY O
ATIPANAKUY
En los
pueblos de la Provincia de Antabamba hace cientos de años siempre se realizaba
el atipanacuy una forma de competencia, tanto como en los trabajos agrícolas,
como en fiestas patronales, como la Mayura, el Arriero y especialmente en la Huaylia.
En la Mayura el atipanacuy viene realizándose hasta nuestros días, en la puerta
de la iglesia San Salvador, al son del arpa y violín con sus mejores melodías,
las guiadoras bailan acompasados con las mejores azucenas, con coreografía
especial de adoración a San Salvador. En el Arriero el atipanacuy, se caracteriza
por la demostración de los mejores sonidos de las recuas de bronce, los
multicolores atavíos de las mulas hechos a mano y los hombres demostrando sus
mejores pasajes hechos canción por medio de los silbidos melodiosos.
En la Huaylia el tankanakuy se daba al compás del sonido de los mejores k`arcachus (matracas) y los versos; la participación
numerosa de pastores (mistis), los puntas y los contra puntas, conformado por hombres de peso para abrir las
brechas y paso libre en las calles y los lugares principales de baile en
disputa, cuando otro mayordomo y su equipo viene en sentido contrario. En esos momentos
de encuentros surge el maqamakuy empiezan las trifulcas, a veces rompen filas y se agarran a golpes
en huayquilla (en grupos) peleaban sin saber con quién, por estar con caretas y
su vestimenta completa. Esto se realiza en representación de los grandes
conflictos en la época de los Chancas. Después de todo siguen cantando y
bailando en dirección contraria.
El tacanacuy
viene a ser costumbre típico de los pueblos Chumbivilcanos del Cusco. Los carahuatanas en
las fiestas de navidad realizan el tacanacuy con puños y patadas uno a uno como pelea individual posiblemente ancestral de su región y las mismas también tienen origen en Apurímac Cotabambas.
ATIPANAKUY |
El
Antabambino, Telesforo Félix Aragón más conocido como “TELE”, estuvo en Arequipa,
y pleno servicio militar del cuartel aprende el boxeo. Daniel Narváez Félix, lo
apoya para participar en un campeonato de boxeo inter-barrios en Arequipa, allí
logra ocupar el 1° lugar. Estudio en el Colegio Independencia de esa ciudad,
posteriormente prestó servicios en la Guardia Republicana. Antiguamente los
encuentros eran de punta a punta, tronador a tronador, guiador a guiador; entonces
“TELE” siempre bailaba en la punta alesna. En sus épocas de oro “TELE” fue el
único sin rival. Una navidad surge un adversario y oponente Saturnino Sanabria,
este aun joven para enfrentarlo gana la pelea, dándole así el fin al mito de
invencible.
Así como afirman los cusqueños, “…la provincia de
antabamba siendo un pueblo maravilloso y lleno de mucha tradición hicieron lo
posible para que su HUAYLIA sea declarada Patrimonio Cultural de la Nación a
razón de lo representativo de la idiosincrasia de su pueblo y encima imitan
nuestra tradición y nuestra costumbre, no tengo nada en contra de ellos…”.
De estas afirmaciones se nota la expresión clara del
acontecer, y debe aclararse algunas dudas que vierten en especial algunos
antabambinos, con el único afán de lucro, pero nunca podrán sustentarlo
históricamente lo que afirman y de los supuestos eventos realizados a nombre de
la huaylia de Antabamba, sabemos que en Antabamba nunca ha existido la
costumbre del Takamakuy ni por costumbre ni por hecho como tal, pero si el
Atipanakuy y el Tankanakuy como escaramuzas de enfrentamientos colectivos
emulando grandes gestas y batallas, que son hechos completamente distintos en
la práctica cultural y ancestral, al que le podemos añadir el Makanacuy con
enfrentamientos colectivos, que precisamente no es Takanacuy que denota
enfrentamientos personalísimos. Costumbre que se quiere introducir en el pueblo
de Antabamba.
Dicho sea de paso la Huaylia de Antabamba es
Patrimonio Cultural de la Nación y podemos afirmar con certeza que este pasaje
del Makanacuy apenas tiene un espacio de horas en la rutina de la Huaylia del día
27 diciembre en la fiesta, hoy en día los mismos antabambinos están
distorsionando esta costumbre ancestral que nada de ancestral tiene, lo que
sostienen y afirman, sin base de sustento o estudios de investigación serios, solo
tienen opiniones empíricas, y señalan que es ancestral, si bien es cierto que
personalmente hemos vivido en Antabamba y no se ha notado la existencia que se entablaran
alguna riña durante el año y lo resolvieran en la huaylia; solo esto es remedo
y alucinación de algunos que no conocen nuestra historia, conocemos de
afirmaciones mediante un “reportaje televisivo” y precisamente se vierten afirmaciones
burdas que no pertenecen a nuestra costumbre Antabambina sino a costumbres
ajenas.
A mediados del mes de diciembre en la ciudad de
Abancay, algunos antabambinos y huaquirquinos, con apetitos económicos, han
lucrado con el "Takanakuy" muy ajeno a Antabamba, habrían recaudado mucho
dinero supuestamente con el fin de donar a una organización benéfica lo cual no
han cumplido y no cumplirán, se dice que son varios los organizadores y
seguramente han compartido las ganancias y se olvidaron del objetivo de dicha
actividad, que solamente ha dejado incómodos no solo a los chumbivilcanos
también a los mismos antabambinos.
Estos organizadores del “takanakuy”, han ignorado
adrede de la existencia del PATRONATO DE LA HUAYLIA DE LA PROVINCIA DE
ANTABAMBA, a quien deberían haber solicitado la opinión y el permiso
correspondientes, a decir que el Patronato ya tiene existencia de HECHO desde
el 07 de agosto 2013, donde se ha conformado la directiva, esta institución sin
fines de lucro será en el futuro quien vele por la autenticidad de nuestra
HUAYLIA Patrimonio Cultural, evitando que se distorsione y se introduzcan costumbres
ajenas a nuestra y autentica expresión cultural de la Huaylia que bien merecido
lo tiene, tal como han manifestado los mismos funcionarios del Ministerio de
Cultura, no se puede preconizar la violencia, lo cual acarrearía que se pierda
la calidad de Patrimonio Cultural de la Nación de la Huaylia, además unos medios
de difusión, especialmente guiados por algunos antabambinos, realizan grabaciones
de video y difunden confundiendo a la huaylia como si fuera el
"takanacuy" del cual estamos en completo desacuerdo. Como reitero la
huaylia de Antabamba no es el takanacuy. Ni tampoco la huaylia es el día 27 de
diciembre, la fiesta central es el 25 de diciembre cuyo itinerario comienza el
23 y termina el 29 de diciembre. Entonces un medio de difusión serio tienen que
cubrir la fiesta completa sin distorsión antojadiza solo de apetitos personales
y económicos.
Hemos tomado con sorpresa e indignación, que la
actividad del takanakuy de diciembre en
la ciudad de Abancay haya sido avalada y calificada por el Ministerio de
Cultura, de la Dirección Desconcentrada de Apurímac, y por el Alcalde Distrital
de Huaquirca, quien es miembro integrante del Patronato de la Huaylia de la
Provincia de Antabamba en su calidad de Vocal. Quienes justamente tienen la función
de deslindar responsabilidades y la sustentación histórica y cultural, si las
actividades a realizarse corresponden a la expresión cultural y la auténtica
expresión de cada pueblo. Y no deben avalar y auspiciar permitiendo la
distorsión de su originalidad en obediencia de algunos caprichos de opiniones
mediocres y empíricas sin ningún sustento cultural y mucho menos de investigación
antropológica, sociológica, científico cultural de los que corresponda.
A manera de esclarecimiento hemos tratado de recopilar
algunos puntos claros sobre los conceptos vertidos y delimitando claramente con
lo que sustentamos:
FUENTE BIBLIOGRÁFICA:
I.- MOTIVOS POR EL
TAKANAKUY CHUMBIVILCAS.
Por Víctor Laime
Mantilla
Concurren en el día del
Takanakuy. Por los siguientes:
1. Por deporte:
Principalmente concurren aquellos jóvenes que quieren demostrar voluntariamente
sus habilidades físicas o su valentía, para alcanzar el estatus de ser el mejor
peleador.
2. Por haber
adquirido compromiso antelado por amistad: Vienen a cumplir la promesa o la
palabra empeñada.
3. Para ventilar
públicamente conflictos familiares y/o personales: Asisten para solucionar
públicamente conflictos interfamiliares o interpersonales que han sido
provocados por dominio de tierras agrícolas, abigeato, discusiones,
acontecimientos fortuitos en las borracheras, fiestas de corrida y otros abusos
que se ocasionan en la comunidad. Es considerado por la población como una
forma de auto-administración pública de justicia.
4. Para delimitar
situaciones sentimentales: Quienes coinciden enamorándose de la misma joven
lo definen en el Takanakuy de manera pública.
5. Por defender el
apellido o al amigo: Estos danzantes salen al encuentro como coteja o
sustituto (wiqchupa) para defender a su pariente o amigo que ha sido vencido en
la contienda.
II.- SIGNIFICADO DE ALGUNOS TÉRMINOS MÁS USADOS:
DICCIONARIO
QUECHUA.
1.- ATIPANAKUY: Competencia.
2.- TANKANAKUY: Empujarse, darse de empujones
mutuamente.
3.- TAKANAKUY: Golpearse con objetos.
4.- MAQANAKUY: Pelear emprenderse a golpe,
reyerta, lucha, riña, contienda.
III.-
CANTO ENLACE CON LA NATURALEZA:
Ubaldo
Wendel Casaverde Marín:
“Recopilación y recuperación de cantos extinguidos y
en vías de desaparición del pueblo milenario de Huaquirca en la provincia de
Antabamba – Apurímac.”
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